RELEVOS
Las carreras de relevo son carreras
a pie para equipos de cuatro o más, en las que un corredor recorre una
distancia determinada, luego pasa al siguiente corredor un tubo llamado Testigo
y así sucesivamente hasta que se completa la distancia de la carrera.
Las distancias olímpicas son 4x100 metros y 4x400 metros. También son oficiales las de 4x200, 4x800 y 4x1500 metros. En categorías
inferiores, y en algunas pruebas se realiza el relevo sueco, donde se realizan
relevo de 100, 200, 300 y 400 metros completando un kilómetro de carrera.
DESCRIPCIÓN DE LA PRUEBA
Cada corredor debe ceder el
testimonio o testigo al siguiente corredor en una zona determinada, por lo
general marcada por triángulos en la pista. En los relevos en velocidad, los
corredores suelen utilizar un "traspaso a ciegas", donde el segundo
corredor se encuentra en un punto predeterminado y se pone en marcha cuando el
primer corredor pasa por una marca visual en la pista (por lo general un
triángulo más pequeño). El corredor que entrega este primer relevo avisará con
un grito "mano" a su compañero que está corriendo por la zona, cuando
se sitúe a unos dos metros y medio. La señal servirá a su compañero para que
lleve su brazo hacia atrás para recibir el testigo. El corredor que entrega el
testigo depositará él mismo sobre la mano de su compañero que estará bien
extendida hacia atrás. El receptor, con un movimiento rápido de muñeca llevará
el testigo hacia delante.
ELEMENTOS USADOS
Testigo:
Es un cilindro liso y hueco con un
diámetro de 12 mm, 30 cm de longitud y un peso de 50 g. Puede ser de madera,
metal o plástico. Preferiblemente deben ser de colores vivos para que los
deportistas en prueba los puedan ver fácilmente.
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